Peter Stephen Paul Brook (Londres, 21 de marzo de 1925) es un reconocido director de teatro, cine y ópera. Es uno de los directores más deslumbrantes e influyentes del teatro contemporáneo. Peter Brook, hijo de judíos rusos emigrados a Inglaterra, sus padres Simón Brook y su esposa Ida (Jansen). Se educó en la Escuela Gresham, así como en la Universidad de Oxford, donde se gradúa en Artes. Se inclinó muy pronto por el teatro. Hizo su debut como director en 1945 con apenas 20 años en Birmingham Rep, después de ser descubierto por Barry Jackson. Dirigió Dr. Fausto, su primera producción, en 1943 en el Teatro de la antorcha en Londres, seguido en el Teatro Chanticleer en 1945 con el renacimiento de la La Máquina Infernal. En 1947, fue a Stratford- upon- Avon como ayudante de dirección en Romeo y Julieta y Trabajos de amor perdidos. Entre 1947 y 1950 fue ya director de producciones de la Royal Opera House, Covent Garden. Durante los cincuenta trabajó en pantalla como productor y director en muchas producciones en Europa y Estados Unidos. En 1951, Brook se casó con la actriz Natasha Parry, la pareja tiene una hija. En 1962 regresó a Stratford-upon-Avon para unirse a la recién establecida Royal Shakespeare Company (RSC), donde dirigió una gran cantidad de producciones. En 1970, con Micheline Rozan, Brook fundó la Centro Internacional de Investigación Teatral en Paris, donde en la actualidad es director (una compañía multinacional de actores, bailarines, músicos y otros) que viajó por muchos sitios. En esa etapa dio un giro radical su vida; viajó con pequeños grupos, se interesó por la expresión teatral asiática, atravesó luego de parte a parte África: un reflejo temprano está en su pieza Los ik, de 1975. Sus representaciones se llevan a cabo en un teatro quemado que él descubrió, al lado de la estación del norte: Les Bouffes du Nord, donde ha desarrollado su tarea durante cuarenta años, no sin viajar al extranjero con su grupo de actores de las más diversas procedencias (africanos, japoneses, europeos). Sus mayores éxitos no sólo fueron sus originales escenificaciones de obras de Shakespeare, como Romeo, Lear, Timón de Atenas, El sueño de una noche de verano, Medida por medida, o La tempestad (ya en 1968, que rehizo en 1990), o su experiencia con el Teatro de la Crueldad que culmina con su escenificación de Marat/Sade (1964) de Peter Weiss, o grandes puestas en escena personales, como El Mahabharata (1987). Pero su trabajo ha incluido, además, obras de Jarry, Chéjov, Genet (El balcón) o Beckett (Días felices), creaciones a partir del psicólogo Oliver Sacks, piezas sencillas tomadas del mundo africano (que ha prodigado en los últimos años), óperas de Debussy (Pelleas) o de Bizet (La tragedia de Carmen, 1982). El ideal expresado en su libro más antiguo y difundido, El espacio vacío, se ha ido plasmando de muy diversos modos, si bien en sus últimas piezas el despojamiento ha sido radical. Es un gran creador que parte del teatro más elemental, basado en gestos, decorados, movimientos, diálogos rápidos: Je me rapelle, Woza, Albert, El traje, Warum, warum (2008), y también en una pieza sobre Dostoyevski con mucho texto, El gran inquisidor. Su cine, independiente, ha sido durante años un complemento de su teatro (Moderato cantabile, Mis encuentros con hombres importantes, El señor de las moscas). En los últimos años ha escrito unos notables 'recuerdos falsos' y ha dado otros libros de evidente calidad y energía vital sobre el mundo del teatro. Actualmente reside en París siguiendo de cerca todo en el teatro Bouffes du Nord. 
Influencias: Su obra se inspira en las teorías del teatro experimental de Jerzy Grotowski, Bertolt Brecht, Meyerhold, G. I. Gurdjieff y las obras de Edward Gordon Craig y Stuart Davis, así como Matila Ghyka. Brook fue influenciado por el trabajo de Antonin Artaud y sus ideas para su Teatro de la Crueldad. Su mayor influencia fue, sin embargo Joan Littlewood. Brook la describió como "la directora más galvanizado en el siglo XX en Gran Bretaña". En Inglaterra, Peter Brook y Charles Marowitz comprometieron El Teatro de la Crueldad (1964) en la Royal Shakespeare Company, con el objetivo de explorar las formas en que las ideas de Artaud podrían ser utilizadas para encontrar nuevas formas de expresión y reeducar a los artistas intérpretes o ejecutantes. El resultado fue una exhibición de las obras en curso, que agrupan a las improvisaciones y dibujos, uno de los cuales fue el estreno de Artaud El chorro de sangre.

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