Además este elenco concertado conformado por integrantes del Taller Del Guarán, Linfocitos, Ambaí Teatro y otros, obtuvo las siguientes distinciones en: “Actuación de Reparto Masculina” para Lucas Carmagnola, “Revelación Actoral” para Omar Macarrein y “Actuación de Reparto Femenina” para Aliné Godoy Prats.
El jurado integrado por Dante Cena, Ignacio Yrigoyen y Andrés Isacc Rojas, dictaminó el siguiente orden de mérito: el primer lugar fue para la obra “La cena” del grupo Chico Pleito, en segundo término fue seleccionada “Se me murió entre los brazos” de grupo Concertado, en tercer lugar quedó “El gigante Amapolas y sus formidables enemigos” del Taller del Guarán y como obra suplente fue elegida “Las criadas” del grupo Germinal.
"El Gigante Amapolas y sus formidables enemigos”.
La petit-pieza cómica en un acto “El gigante Amapolas y sus formidables enemigos” o “Fastos dramáticos de una guerra memorable” es una incisiva sátira de Juan Bautista Alberdi escrita en Valparaíso en 1841. “Dedicada respetuosamente a SS.EE. los SS. Presidentes y Generales Rivera, Bulnes y Ballivián para que conozcan el escollo y se abstengan de caer en él” expresa el autor en el escrito original. Eran los Presidentes de Uruguay, Chile y Bolivia respectivamente. La obra es una burla a Juan Manuel de Rosas, gigante ficticio con el nombre de otra flor, y también de los ejércitos unitarios, con los personajes del Capitán Mosquito, el teniente Guitarra y el mayor Mentirola, quienes se retiran sin dar batalla, como lo hiciera Lavalle a las puertas de Buenos Aires.
La obra, se ubica, como un eslabón perdido, entre “El amor de la estanciera” y “Juan Moreira”. Si bien podría pensarse que no es un clásico en el sentido estricto de la palabra, creo que puede considerarse como tal dado su lenguaje, su autor, uno de los pensadores más influyente de nuestro país en su época, su actualidad pese a que fue escrita hace casi 170 años.
Pertenece al campo de la comedia (con elementos satíricos) por su estructura, lenguaje y hasta su sentido plástico. Abunda en frases graciosas, en situaciones y diálogos que ponen en evidencia el sentido de lo “absurdo” (soldados vendados y maniatados, por ejemplo), los fastos (rituales de gloria y triunfo, al decir de los griegos) se presentan de manera dramática.
El autor plantea, en tono sarcástico, la cuestión del miedo que los argentinos solemos tener a los “fantasmas”. Nos paralizamos ante lo desconocido porque suponemos que es peligroso, que puede alterar las condiciones de vida que tenemos. Alberdi deja en claro aquí que estos mitos son creaciones habituales de la sociedad. Pero no se detiene ante la formulación del problema. Muestra que es el pueblo quien tiene que hacerse cargo de su propia historia, que es tarea de todos hacer que la libertad sea algo vigente, propio y constante. Sin fantasmas ni gigantes todopoderosos
Elenco
Dirección: Angel Quintela.
Actúan: Aliné Godoy Prats, Bernardo Alvarenga, José María Gomez Samela, Omar Macarrein, Julián Baccaro, Lucas Carmagnola, Marcelo Romero, Facundo Sagardoy, Tirso Soto
Constantín era hijo de un industrial y nieto de la actriz francesa Marie Varley. Stanislavski formó su primera compañía con sus hermanos y primos, que se estrenó en 1877 con un vaudeville representado en el pequeño teatro construido en la finca propiedad de la familia. Luego Stanislavski quiso ser actor. Pero tuvo que trasladarse a París para trabajar en los negocios de su padre. En Francia, actuó en compañías de aficionados y conoció a un actor polaco a punto de retirarse llamado Stanislavski, cuyo nombre adoptó para, al trabajar bajo seudónimo, poder realizar sus experimentos teatrales con mayor libertad.
De vuelta en Moscú, cofundó en 1888 la Sociedad de Artes y Letras y fue nombrado su director. Se trataba de una agrupación semiprofesional sin teatro propio, cuyo objetivo era reunir a profesionales de los distintos campos del arte y presentar regularmente espectáculos para los socios, ofreciéndoles un repertorio de una calidad superior a lo que era habitual en el teatro ruso de finales del siglo XIX. Las dificultades económicas hicieron que la Sociedad de Artes y Letras tuviera que alquilar sus locales (1890) al Club de Cazadores, que dio autorización a la compañía de Stanislavski para proseguir con su labor a condición de estrenar un nuevo montaje cada semana.
En la primavera de 1897 fue invitado a una reunión por Vladímir Ivánovich Nemiróvich-Dánchenko, un respetado dramaturgo y director escénico que estaba al frente de la escuela teatral en la Sociedad Filarmónica de Moscú, agrupación de características similares a la que dirigía Stanislavski. La reunión tuvo lugar en el restaurante moscovita Bazar Eslavo y duró catorce horas, dando como resultado la unión de las dos agrupaciones en una sola, codirigida por ambos directores y que ostentaría el nombre de Teatro de Arte de Moscú Asequible para Todos: nombre inicial que casi inmediatamente se convertiría en el “Teatro de Arte de Moscú”. Años después, Stanislavski definió los presupuestos teóricos de la nueva compañía de la siguiente manera: "Nuestro programa era revolucionario; nos rebelamos contra el antiguo estilo interpretativo, la afectación y el falso patetismo, contra la declamación y la exageración bohemia, contra el erróneo convencionalismo en la puesta en escena y en los decorados, contra el star-sistem, que arruina el conjunto, y la mediocridad del repertorio".
Stanislavski pretendía elevar el nivel del mayormente superficial y chabacano teatro ruso, quería eliminar malos hábitos fuertemente arraigados en los actores y elevar su dignidad profesional. Así que decidió aumentar el número de ensayos y reducir el de estrenos, que en algunas compañías llegaban a treinta y cinco en una sola temporada.
Entre octubre de 1898 y diciembre de 1899, el Teatro de Arte estrenó dieciocho montajes. Si el primer espectáculo (El zar Fiódor Ioánnovich de A. K. Tolstói) le aseguró a la compañía un público incondicional, el octavo (La gaviota de Antón Chéjov), estrenado el 17 de diciembre de 1898, le permitió adquirir el sentido de su identidad y un estilo de conjunto.
El espectáculo fue ensayado durante ochenta horas y tuvo tres ensayos generales: un tiempo sin precedentes para una obra con tan pocos personajes. La puesta en escena de La gaviota tuvo un gran éxito durante el estreno y ante la crítica teatral pero resultó ser un fracaso en términos económicos. En la temporada 1898/1899, el espectáculo se representó diecinueve veces; en las siguientes tres temporadas, trece veces. Fue repuesto en 1905, con once funciones, y desapareció de la cartelera del Teatro de Arte hasta un nuevo montaje (1960). Sin embargo, el trabajo en la puesta en escena de La gaviota le condujo a Stanislavski al descubrimiento del concepto de subtexto.
A partir de la primera temporada, salvo raras ocasiones, el favor del público y de la crítica acompañaron a las producciones de Stanislavski y Nemiróvich-Dánchenko, que pusieron en escena, entre otras, obras de Shakespeare, Ibsen, Gorki, Chéjov, Turgénev, Tolstói, Moliére, Goldoni, Hauptmann, Gógol, Maeterlinck. Además de dirigir Stanislavski interpretó entre otros personajes a Vershínin ("Tres hermanas"), Astrov ("Tío Vania"), doctor Stockmann ("Un enemigo del pueblo"), Argan ("El enfermo imaginario"), Julio César y Otelo.
Paralelamente a su trabajo como director y actor, Stanislavski llevó a cabo una importantísima labor como pedagogo, creando el llamado "método de las acciones físicas", conocido también como "sistema Stanislavski", que consiste básicamente en hacer que el actor experimente durante la ejecución del papel emociones semejantes, parecidas a las que experimenta el personaje interpretado; para ello se recurre a ejercicios que estimulan la imaginación, la capacidad de improvisación, la relajación muscular, la respuesta inmediata a una situación imprevista, la reproducción de emociones experimentadas en el pasado, la claridad en la emisión verbal, etc.
En sus últimos años una parálisis progresiva le alejó del escenario, pero continuó su labor como director y pedagogo al frente del Teatro de Arte y del Estudio de Ópera del Teatro Bolshói.
Fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias de San Petersburgo en 1917 y Artista del Pueblo en 1936.
Además de dejar numerosas notas y apuntes, que han sido publicados tras su muerte, escribió dos libros: Mi vida en el arte y El trabajo del actor sobre sí mismo, cuya primera parte concluyó en 1937.
Mantuvo estrechas relaciones con Chéjov, Gorki y en numerosas ocasiones puso en escena las obras de Ibsen, Goldoni y Hauptmann, entre otros autores.
El modelo de Constantin Stanislavski: el actor como artista
El llamado "sistema de Stanislavski" se constituyó en la base teórica y práctica de la estética teatral naturalista y en el referente obligado de toda la pedagogía teatral del siglo XX. Hasta ese momento, los manuales de actuación se limitaban a describir los rasgos externos aconsejables para la manifestación de los diversos estados de ánimo, personajes y caracteres. Se le ofrecía al actor una lista completa de recursos para representar la alegría, el dolor, la pena, la bondad, etc., lo que conducía al cliché y a una actuación mecánica. A este tipo de actuación Stanislavski opone una actuación orgánica, basada en la verdad escénica.
Su propuesta se diferencia de todos los viejos sistemas por el hecho de hallarse estructurada no sobre el resultado final de la creación, sino sobre el esclarecimiento de las causas internas que originan tal o cual resultado. Compara la búsqueda directa del resultado, la representación del sentimiento mismo, con el intento de "crear una flor sin intervención de la naturaleza…semejante tarea es irrealizable, y por eso no queda más recurso que falsificar una flor con los métodos de la utilería". Lo que atrae su atención no es la manifestación exterior de los sentimientos, sino su origen, la lógica de su nacimiento y desarrollo. El contenido fundamental de su método consiste en la creación de una imagen escénica viva, sobre la base del espíritu creador del intérprete. El actor no debe aparentar en el escenario, sino existir de verdad; no debe representar, sino vivir. Es decir sentir, pensar y comportarse sinceramente en las circunstancias de la ficción.
El sistema está estructurado en dos partes: el trabajo del actor sobre sí mismo (en el proceso creador de las vivencias y en el proceso de la encarnación) y el trabajo del actor sobre su papel. En la primera parte se establecen los principios fundamentales con relación a la esfera interior del actor (vivencias) y al diseño exterior del personaje (encarnación); mientras que la segunda aborda el trabajo sobre el texto dramático.-
Al investigar la problemática del proceso creador en el comediante se manejó con los conocimientos científicos de su época, que hoy podemos catalogar de escasos e insuficientemente desarrollados. Fue consciente de que para llevar a cabo su empresa debía recurrir a saberes científicos ajenos a lo teatral. Por eso se acercó a la fisiología, la historia, la psicología -fundamentalmente en este campo a la teoría de los reflejos condicionados de Pavlov-, entre otras disciplinas que podían ayudarle a comprender la conducta humana. El escaso desarrollo de las mismas le impidió profundizar y afirmar sus descubrimientos con una base científica más sólida; pero su genial intuición, su vasta experiencia como actor, director y pedagogo, la observación y análisis sistemático de grandes actores de la época, le permitieron recorrer el camino hacia la elaboración del sistema. Un camino plagado de dudas, de contradicciones que lo obligaron a revisar constantemente sus postulados y que incluso permiten hablar de por lo menos dos momentos en sus investigaciones: la primera etapa en la que elabora sus conceptos fundamentales (relajación, concentración, imaginación, memoria emotiva, fe y sentido de la verdad, etc.-) y el llamado método de las acciones físicas.
Los conceptos desarrollados en la primera etapa de su investigación fueron los más difundidos y se encuentran recopilados en la bibliografía más conocida del autor que, por otra parte, es la que ha recorrido el mundo. Mientras sus alumnos y lectores continuaban trabajando estos conceptos, el maestro ya había variado su enfoque, pero este cambio de perspectiva en el cual se basó la última parte de sus investigaciones, no fue recopilada en textos ordenados sistemáticamente, y su difusión fue escasa y confusa.
Los conceptos fundamentales:
*Relajación:
Para que el estado de creación sea posible el actor deberá estar relajado, claro que esto no es tan simple en una situación de exposición pública como la que se vive en escena. Será necesario mantener una lucha constante y permanente contra las tensiones innecesarias que bloquean la aparición de los estados emocionales y desarrollar un poder de auto-observación y control permanente. a fin de eliminarlas cuando aparezcan. A través de ejercicios y de un adiestramiento sistemático el actor aprende a realizar este control de una manera inconsciente, mecánica.
La sola relajación resulta insuficiente para la creación. Stanislavski descubrió que los grandes actores unían a un cuerpo cómodo y relajado una gran concentración en escena. Comenzó por imaginar una "cuarta pared" que separa al actor del público, obligándolo a dirigir toda su atención a lo que sucede en escena y "olvidándose" así del espectador. Esta concentración consistirá en dirigir la atención hacia los objetos reales y/o imaginarios del entorno, para lo cual deberá desarrollar su capacidad de observación.
El actor debe ser un observador atento no sólo en la escena, sino también en la vida real. Debe concentrarse con todo su ser en lo que lo atrae; debe mirar un objeto, no como un transeúnte distraído, sino con penetración, porque de lo contrario su método creador no guardará relación con la verdad de la vida ni con su época.
La atención dirigida hacia un objeto (entendiendo por tal todo aquello que está fuera del sujeto) despierta aún más la observación. Pero esta observación tiene una índole activa: no como una "congelación" en algún objeto, sino como un proceso activo, de conocimiento, imprescindible para captar el medio circundante. Si bien en el período inicial de sus investigaciones, Stanislavski trabajó en torno a una serie de ejercicios tendientes a luchar contra la dispersión y el apartamiento de los objetos de creación (ejercicios que fijaban la atención durante un lapso de tiempo sobre un determinado punto, o que restringían o ampliaban los centros de atención) en el período final empieza a considerar a la atención creadora como parte integrante de la acción escénica.-
*La acción, el "si" mágico, las circunstancias dadas:
En la escena siempre hay que hacer algo. La acción, la actividad: he aquí el cimiento del arte dramático, el arte del actor.
Esta acción, en la concepción stanislavskiana, puede ser tanto externa como interna, por lo que no necesariamente deberá manifestarse a través del movimiento físico. A su vez, toda acción deberá tener una justificación interna (un "para qué") y ser lógica, coherente y posible en la realidad.-
El "si mágico", que es el "si" condicional, es el que le permite al actor ingresar en la ficción y sostenerse en ella con verdad. Ejemplo: "si" fuera de noche, "si" estuviera solo en mi casa, "si" escuchara pasos en el patio, etc.- Es el encargado de enviar el primer impulso para que se desarrolle el proceso creador, despertando en el artista la actividad interna y externa. Es decir que a partir del "si" el actor crea la ficción y comienza a actuar sobre ella.-
Pero si el "si" es el encargado de dar comienzo a la creación, son las "circunstancias dadas" las encargadas de desarrollarla. Sin ellas el "si" no puede adquirir su fuerza de estímulo. Por "circunstancias dadas" entiende Stanislavski:
La fábula de la obra, sus hechos, acontecimientos, la época, el tiempo y el lugar de la acción, las condiciones de vida, nuestra idea de la obra como actores y régisseurs, lo que agregamos de nosotros mismos, la puesta en escena, los decorados y trajes, la utilería, la iluminación, los ruidos y sonidos, y todo lo demás que los actores deben tener en cuenta durante su creación.
Así," circunstancias dadas" y el "si mágico" ayudan al actor a crear el estímulo interior.-
Si el modelo que propone Stanislavski es el del actor-artista, el del actor-creador, es entonces indiscutible el valor de la imaginación en el proceso Efectivamente, el personaje es la creación del actor, puesto que será él el encargado de darle vida, de prestarle su cuerpo y sus emociones. El personaje creado por el dramaturgo no es más que un proyecto ideal que deberá ser realizado, materializado por el actor. El autor le dará un discurso al personaje, sólo el actor le dará vida.-
Al abordar un texto sólo sabemos qué dicen los personajes, pero nunca qué sienten. A lo sumo, en las didascalias, el autor podrá sugerir un determinado estado anímico para tal o cual parlamento, pero normalmente estas indicaciones son de escasa utilidad para el actor, quien deberá crear para sí los estados emocionales propuestos por el autor en el plano del texto dramático. El autor podrá decir: "Sale Pedro", pero será el actor quien deberá justificar esta acción (por qué sale, para qué, adónde se dirige, etc). O bien podrá describir al personaje: "Un hombre joven, dinámico, de aspecto agradable"; pero sin duda esto es insuficiente para crear la imagen exterior del mismo. Todos estos "huecos" deberán llenarse con la imaginación del actor.-
*La memoria emotiva:
Quizás este sea el tema más polémico del sistema y el que más discusiones ha desatado, ya que aún en la actualidad encontramos a fervorosos defensores y a apasionados detractores de la misma.-
En este aspecto Stanislavski se apoya en las teorías del francés Ribot, de principios del siglo XX. Este había planteado que a veces reaparecían los recuerdos, con sentimientos incluidos, y a eso lo había llamado memoria afectiva. El maestro ruso, preocupado por encontrar una vía para la aparición de estados emocionales, planteaba al actor trabajar sobre recuerdos personales, y luego mecanizarlo, para que por un medio automático, mediante la simple conexión con las imágenes del pasado, apareciese el estado emocional en el escenario. También podemos reconocer en estos conceptos las ideas de Pavlov.-
Así como existe una memoria sensorial, de sensaciones captadas por los cinco sentidos (recordamos olores, sabores, texturas, colores, etc.-) también existe una memoria de las emociones. Es más, muchas veces la memoria sensorial evocará a la memoria afectiva.-
El actor entonces debe buscar en su pasado personal una situación análoga a la que vive el personaje en la ficción, revivir esa situación y, una vez encontrado el sentimiento, traerlo al presente de la escena ¿Pero esto no significaría buscar conscientemente la emoción? ¿No sería acaso comenzar por los resultados?
En múltiples oportunidades aconseja Stanislavski no pensar en el sentimiento, sino solamente en lo que lo hace surgir, dentro de las condiciones que originaron esa experiencia. ¿Hay en la memoria emotiva una búsqueda consciente de la emoción? Si el arte de la actuación pretende basarse en la mecánica natural de los sentimientos, la memoria emotiva iría en contra de este proceso natural, ya que en la vida cotidiana las emociones no aparecen como resultado de una búsqueda consciente de las mismas, sino que son siempre la consecuencia de algún estímulo. ¿O será que al actor, al seguir la lógica de la conducta del personaje, le aparecen de modo reflejo los recuerdos de situaciones de su pasado análogas a las vividas en la ficción? ¿De este modo, estos recuerdos arrastran al presente las emociones pasadas? En tal caso, no habría una búsqueda consciente de la emoción.-
Por otra parte ¿estos recuerdos pertenecen a acontecimientos del pasado personal del actor o constituyen en cierto modo una construcción del propio comediante? Hoy sabemos que si reunimos a dos hermanos a recordar acontecimientos de su infancia en común, sus recuerdos diferirán notablemente en muchos aspectos. ¿Es el recuerdo sólo una realidad del pasado que traemos al presente? ¿Cuánto hay de construcción imaginaria en él? ¿Cuál será entonces el contenido de la memoria emotiva?
Son muchas las preguntas que nos podemos formular sobre este tema y es justo reconocer que el tratamiento que hace Stanislavski del mismo ha originado polémicas que hasta la fecha se mantienen. Lo cierto es que en los últimos tiempos de sus investigaciones, cuando Stanislavski descubre el nexo indisoluble entre lo físico y lo psíquico en el llamado método de las acciones físicas, revisa este concepto y no vuelve a trabajar sobre la memoria emotiva, ya que descubre que la misma, en lugar de conectar al actor con su partenaire y con la escena, lo obliga a aislarse, generando una introspección que atenta contra el desarrollo de la acción.-
*El análisis de mesa del texto:
En la primera etapa de sus investigaciones Stanislavski proponía reunir al elenco en torno a una mesa y hacer una cuidadosa lectura y análisis del texto seleccionado. Se trataba de un trabajo básicamente teórico en el que se abordaban distintos enfoques del texto dramático (histórico, psicológico, ideológico, etc.-) y se investigaban las relaciones y características de los personajes. Se trabajaba en torno a cuatro líneas:
1- línea de pensamientos: determinar qué piensan los personajes respecto de los otros y de las situaciones. Es en esta línea en la cual aparece el concepto de subtexto: aquello que se esconde, que está por debajo del texto. Respondería a la pregunta ¿qué quiere decir verdaderamente el personaje cuando dice lo que dice?.-
2- línea de imágenes: está relacionado con lo sensorial, con las imágenes provenientes de la percepción de los sentidos.-
3- línea de acciones: consiste en pensar cuáles serían las acciones que llevaría a cabo el personaje en cada una de las situaciones del texto.-
4- línea de las emociones: es la única involuntaria e inconsciente.-
Las tres primeras líneas se van construyendo a partir del análisis teórico del texto y de las situaciones, luego se pasa a la práctica de la representación, en la que el actor intentaba, en el escenario, reproducir o recrear aquello que había encontrado racionalmente en la mesa. Como resultado del concatenamiento de estas tres líneas debía aparecer la cuarta, la de las emociones. Pero pronto la práctica demostró que esta estrategia en lugar de ayudar al actor le dificultaba la tarea. Dado que no existía una búsqueda orgánica, la cantidad de datos conscientes que tenía acerca de su personaje lo bloqueaba.-
Más tarde revisó esta concepción inicial de trabajo del actor y planteó entonces que antes de sembrar una semilla, era necesario preparar el terreno, para que ésta sea recibida. El actor debía buscar y analizar las situaciones en las que se encontraba su personaje, con todo su instrumento psicofísico. Aparece de este modo la importancia de la improvisación en el proceso de búsqueda del personaje. Asimismo descubrió que la división en líneas también era incorrecta, ya que en el momento de ejecutar una acción el actor iba anudando simultáneamente las otras líneas. Es en la línea de las acciones físicas donde se encuentran o movilizan las imágenes, los pensamientos y las emociones. Lo cual lo llevó a invertir el proceso: Creer para accionar se transformó en Accionar para creer.-
Sin embargo, con relación al análisis de mesa, Stanislavski no se contradijo. Simplemente, descubrió que el momento de hacerlo debía ser otro. No al comienzo del trabajo del actor, sino en el momento adecuado, después de que el actor "en caliente", hubiese encontrado lo esencial de su personaje y de las situaciones. Es entonces cuando el análisis de mesa adquiere sentido, ya que sirve para que el actor profundice su búsqueda y no lo paralice.-
*El método de las acciones físicas:
Todo el sistema de Stanislavski gira en torno a una finalidad: la aparición de estados emocionales auténticos en el actor y en un elemento central: la acción. En este contexto, se entiende por acción a "todo comportamiento humano tendiente a producir una modificación". Es su capacidad transformadora lo que la caracteriza. Esta transformación podrá operarse en el entorno, en otro sujeto o en el propio sujeto agente de la acción; pero siempre conducirá a la emoción.-
¿Qué es lo que genera la acción? Un conflicto.-
¿Qué es el conflicto? Es el choque o enfrentamiento de objetivos opuestos. Existen tres categorías de conflictos: intersubjetivos, con el entorno e interiores.-
¿Qué es el objetivo? Es aquello que el personaje quiere. Responde a la pregunta ¿qué quiere el personaje?
A su vez, siempre existe una razón por la cual el personaje quiere lo que quiere, es decir una motivación. Responde a la pregunta ¿por qué el personaje quiere lo que quiere?
Esquemáticamente el sistema de Stanislavski propone lo siguiente:
Motivación Objetivo Conflicto Acción Emoción
El actor deberá entonces dividir el texto en unidades conflictivas. Stanislavski propone dividir la pieza en trozos. Esta división no se da por la situación de los personajes, ni por la disposición determinante de tal o cual escena, sino por la acción o acontecimiento principales. Propone así, un análisis activo de la pieza. Luego habrá que determinar qué tipo de conflictos se desprenden del texto. Encontrar cuáles son los objetivos del personaje y ver si esos objetivos se oponen a los objetivos de otros personajes (conflictos intersubjetivos). Luego será necesario examinar si el entorno no genera obstáculos a los objetivos del personaje (conflictos con el entorno) y si su accionar no le acarrea contradicciones internas (conflictos interiores).-
Una vez efectuado este análisis, se pasa a las improvisaciones. La improvisación es una investigación en el plano de los hechos, en la cual el actor asume en nombre propio los objetivos del personaje. En la lucha por esos objetivos se generarán conflictos e interrelaciones con los otros personajes y con el entorno, lo que generará las acciones, las que producirán emociones. Así, paulatinamente, el actor ira creando su personaje, irá "transformándose" en él.-
Creemos que no es correcto plantear el método de las acciones físicas como una oposición a sus descubrimientos anteriores. Lo que plantea el maestro ruso en sus últimas investigaciones es una nueva metodología de abordaje de la escena y del personaje. El valor nuclear de la acción ya lo había formulado mucho antes.-
El estreno de la obra “Acción sin preguntas” será el sábado 24 a las 23:30 en la sala “Espacio Reciclado” (Misiones casi Av. Trinchera de San José) de Posadas.
Propuesta: El fin, ¿justifica los medios?...Ese es el interrogante que plantea la obra, una comedia fría donde el protagonista se juega algo más que su puesto de trabajo, donde los valores se encuentran distorsionados por el capitalismo perverso, que da lugar a replantearnos cuál es el limite del ser humano, cuáles son esos nuevos valores que nos hace diferentes, o somos cobardes por pensar distinto? A través de un género nuevo como el “GORE” esta obra pone al desnudo las miserias del ser humano.
El Gore es un género que se centra en lo visceral y la violencia gráfica e intenta demostrar la vulnerabilidad del cuerpo humano y teatralizar su mutilación. Algunos críticos consideran que contiene un mensaje más profundo, basado en una crítica social. Algunas veces el Gore es tan excesivo que se convierte en un elemento cómico.
El elenco esta compuesto por: Ximena Sario, Guillermo Sack, Danilo Zuliani, Vicente Segovia, Ricardo Moriena, Fernando Martínez, Gabriela Arce, Liliana Pereyra, Crista de Jesús. Vestuario y Maquillaje: El Grupo. Técnica de iluminación y sonido: Montse Zanini. Dirección y Puesta: José María Gómez Samela. Agradecimientos: Grupo de Teatro Ambaí y Radio Club Corrientes.
Los objetivos del Festival son: estimular el surgimiento y consolidación de obras de autores de la provincia de Misiones; promover nuevos espacios de trabajo e intercambio entre autores, actores, directores teatrales, técnicos y artistas plásticos; favorecer el crecimiento artístico permanente de los participantes; estimular la convocatoria y creación de nuevo público, desde la valorización de lo propio; favorecer en los participantes el espíritu solidario, de compañerismo, cambiando la competencia por el compartir.
Esta es la VI muestra “De la idea a la puesta”, un evento bi-anual a partir de la tercera edición (2005), reviste carácter regional (NEA), con una alta participación de grupos del interior de la provincia e invitados especiales de todas las provincias del NEA. En esta ocasión estarán distintos representantes de Misiones e invitados representando a Corrientes, Chaco y Formosa. Las obras que se presentaran son: “Muertos de indiferencia”; “Diagnóstico de pez”; “Distancias”; “La creencia”; “Reencuentro”; “Tócame el timbre en la morgue”; “Sistema El”; “En tres días conocí el cielo y el infierno”; “Efecto Mariposa”; “Ayer en el teatro le robaron a Ana su vestido rojo”; “Especulaciones de una marioneta”; “Solo con besos”; “Trigo limpio”; “Tres mujeres que pasan por mi calle”; “Ellas no besan en la boca”; “Casi donde”; “Cuestión de género”; “YonY lucho Más”; “Acción sin preguntas”; “Silencios”.
La muestra se desarrollará en las siguientes salas teatrales de Posadas: Sala Tempo y Espacio Reciclado, con la extensión de: Garupá, Itambe Miní, Cárcel de Menores y la Escuela N 18.
También, se realizarán otras actividades como: charlas, cursos, devolución de los autores y directores sobre sus propuestas.
Para más Información consultas a: grupoambai@hotmail.com
* Taller para adultos Nivel I: “Hacía un teatro colaborativo” destinado a personas de 16 años en adelante. Martes de 21 a 23. Contacto: 03783-15670765.
* Taller Montaje interno del grupo Nivel II: jueves de 21 a 23. (En espacios varios)
LUGAR: Todos los Talleres se realizan en el Espacio Taller Creativo Ojo al Piojo (Mendoza 595 casi esquina 25 de Mayo). C.P: 3.400 Corrientes-Argentina.
Inscripción los días y horarios del taller elegido o por medio del correo: grupoambai@hotmail.com . Más información en Facebook: Grupo de Teatro Ambaí
* Para las clases se requiere ropa cómoda.
* Se entregarán certificados.
Repercusiones en la prensa:
Visita de los piojitos al Teatro Vera.
Luego del recorrido pudieron presenciar un ensayo de teatro y participar del mismo, creando personajes, disfrazándose y armando una historia. Las clases creativas de play time del taller “Ojo al Piojo” son los lunes, miércoles y viernes de 16.30 a 20.30. Consultas a 15677975. Las clases de teatro para niños de Ambaí Teatro son los sábados de 17 a 18.30 (consultas a 15684839), en Mendoza 595.
Fuente: http://www.ellitoral.com.ar/leer_noticia.asp?IdNoticia=169938
La velada dio comienzo alrededor de las 21:30, cuando Ambaí teatro festejó su 12 aniversario con una exposición fotográfica en el hall del teatro. De esta manera, el público se encontraba al ingresar al espacio con dicha muestra que reflejaba un recorrido histórico de la diversidad de actividades que realiza el grupo. Seguidamente los actores del grupo (Gabriela Arce, Julián Saucedo y Liliana Pereyra), realizaron un performance en la que con diferentes técnicas teatrales interactuaron con los espectadores. Para ir cerrando el clima de festejo, se realizó un brindis y los actores guiaron con gran alegría al público hasta las butacas de la sala principal. De esta manera dando paso a la gran función que hizo vibrar al público, que movilizado luego de finalizada la misma permanecio con gran entusiasmo para felicitar y fotografiarse con los protagonista. Colaboraron en este gran evento de festejo: Guillermo Sack, Karina Plotkin., Vicente Segovia, Beba Mezzi, entre otros.
Ficha Técnica de la obra: Fernando Martínez y José María Gómez Samela. La Dirección: José María Gómez Samela. Puesta en Escena: Grupo Ambaí. Técnica de iluminación: Montse Zanini. Técnico de sonido y edición: Danilo Zuliani. Música original: “Moro” García Pérez. Voces en off: Mariana Akiko Méndez y José María Gómez Samela. Vestuario: Mariana Acevedo, Silvina Maidana y Flavia Trangoni. Maquillaje: Ricardo Moriena. Diseño Gráfico y Fotografía: Pablo Gómez Samela, Santiago Repetto y Belén Cáceres Forastier. Producción General: Alberto Reyes Frugoni, Montse Zanini y Gustavo Ojeda.
Un Viaje Metafísico al interior del conflicto humano
La obra es una propuesta que nos lleva a escenarios oníricos donde el espectador se enfrenta, a través de la poética del absurdo que transita la obra, con las miserias del ser humano, sus sueños, frustraciones, los valores impuestos por la familia y la sociedad, en un lugar poco común, su propio interior.
Quizás, esta modalidad de puesta en escena, sea al teatro lo que la abstracción geométrica u orgánica es a la pintura y el free-jazz es a la música.
Pues en cada una de estas experiencias estéticas hay un concepto que deviene concepción; o sea, una imagen del mundo que se objetiva tras una idea fija previamente materializada en el texto, en el boceto o en la partitura, según el caso en que se focalice.
En la ponencia de este abordaje si recaláramos en el sinsentido colisionaríamos con el sentido, y si hiciéramos una cabecera de playa en el absurdo nos impactaríamos contra la coherencia.
En esta modalidad de representación si fuéramos a buscar un argumento no lo encontraríamos; ahora bien, si fuéramos a buscar una estética global de una idea del universo, la audiovisualización, la interpretación y la actualidad tensionante del teatro podríamos desenterrar un sentido oculto: el de la vida misma, como maduración traspasando el plano recurrente del conflicto existencial.
Aquí se plantea la paradoja de teatro tradicional y teatro de vanguardia y, esa paradoja, cuando se experimenta en una contracción y en una expansión dialéctica, nos deja regulando el punto de vista convencional.
Algunos espectadores insistirán que en El grito del silencio se ha desarrollado una historia; otros valorarán la necesidad interna de una búsqueda que se objetiva en el balbuceo gestual, verbal, los juegos lumínicos, corporales y efectos de música. Lo cierto es que esta obra trasmite estados de ánimo, climas, ráfagas de contenidos fragmentados en los que se sacan chispas esa indagación de lo humano entre la ingenuidad y la madurez, de un modo lacerante, festivo y des-figurado.
Me permito rescatar, desde mi propio mirador, a El grito del silencio como un viaje metafísico al interior del conflicto humano y su raíz: sus milenarias metamorfosis entre la locura y la cordura, entre la serenidad y la desesperación, entre el silencio y la tartamudez, entre el balbuceo y lo inaudible.
Para tener una mirada y una experiencia nuevas, recomiendo al público asumirse como cómplice de esta obra, en su condición de observador participante ante un absurdo que, de pronto, por el compromiso que aquello implica, los artistas y sus espectadores (por una transfiguración alquímica) redescubran el Sentido en el transfondo mismo del Sinsentido.
Albert Camus y Jean Paul Sartre, mentores del teatro del absurdo, han elegido la rebelión de lo humano contra el sinsentido para redescubrir que la interpelación contra el destino tiene un contenido enaltecedor y salvífico. Se acepta el absurdo, pero se lucha a contracorriente para develar su sentido último. Entre la coherencia y el absurdo late intensamente una causa noble y justa, a pesar de su lenguaje fragmentario y hermético. Eso es lo que ha transmitido Teatro Ambaí esa noche en el Vera, a través de El grito del silencio.
(1)Recientemente cumplió 12 años de vida y está conformado por jóvenes que representan a la provincia en diversos certámenes, eventos, festivales, atravesando las fronteras del teatro y llegando incluso a la televisión y el cine; como así también en trabajos de compromiso social, formación y educación.
(2) Se caracteriza por tramas que carecen de significado, diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera onírica. El teatro del absurdo tiene fuertes rasgos existencialistas y cuestiona la sociedad y al hombre. Lo hace a través del humor y la incoherencia, el disparate y lo ilógico, que son rasgos muy representativos de estas obras.
Web: http://aincrit.tumblr.com/unviajemetafisico
Ambaí: Un disparo de absurdo en el Vera
Entre amor y temor, pasión y refugio, el grupo Ambaí de teatro celebró un año nuevo y consagración en el escenario mayor de Corrientes con un retrato de su trayectoria y dramaturgia onírica extremados en un disparo de absurdo interpretado para un público variado que colmó de aplausos la sala baja ante representaciones sutiles del ser en conflicto y el destajo de la vida.
Ni el frío de tarde otoño que caía sobre la capital ni la imponencia de la sala tradicional amainaron la desventura de trasgredir la soledad infinita del “dos-caras” que vive tras las ventanas por no saber de la posibilidad de comprender como amar sin amarse.
Aunque no es la primera vez que este grupo se pone en cuestión al límite del ser como lo hiciera el autor existencial por excelencia.
¿Qué le sugiere un grito en el silencio?, preguntaba este diario en la antesala.
Para señalar la poesía menos pensada: quizá fuera lo que uno mismo no se sabe bien decir o lo que es mejor hacer antes que esperar que otro lo haga, contestaba una actriz encerrada en su retórica de ocaso frente a un difícil estreno de género con ingreso extravagante.
Las piezas desmembradas de un muñeco, los giros de una pelota que repica, señales contrapuestas al sin sentido intermitente, un afuera interno, una mirada de ojos prudentes, un soga que estrangula pies, el desafío de la obra, la maravilla del salto, la otredad en el vacío.
O como dijera el pensador racionalista abstracto, hipostasiado ante el absurdo en la realidad y su sustento en el escándalo entre el objeto y el sujeto: Cuando la ilógica y la censura coinciden en el surrealismo de la palabra, lo que nos llega es la parte infeliz de la verdad.
Es que en tiempos en los que la intervención humana trata de convencerse de haber superado las propias fuerzas de la naturaleza sólo para constituirse en un peligro para el equilibrio innumerable, el arte en Ambaí nos devuelve a la locura que por siglos habitó la esperanza de un cambio.
Bastó una introducción articulada por tres personajes “performáticos”, lo moderno de circo, lo clásico glótico, endurecido, incompleto y lo trascendental de luto, tras una máscara de caricatura tallada en rojo que caminó por un laberinto de imágenes.
Acordes de fuelle francés acomparon un ingreso pasivo a la reminiscencia que deja la angustia en su necesidad de apelar a la intimidad del recuerdo para fundamentar que el hombre sólo pudo en su despliegue de capacidad vivir sin cortes la verdadera libertad.
Pero cual fuera el tono, la gravedad de una bala que en la sombra sonó para separar los cuerpos de los actores ante una brecha de impunidad disparó calibre grueso de realidad: morimos a cada instante y por desgracia.
Hay quienes asesinan y no dan la cara/
el rico da la orden y el pobre la dispara/
no se necesitan balas para probar un punto/
es lógico, no se puede hablar con un difunto/
el dialogo destruye cualquier situación macabra/
antes de usar balas disparo con palabras/ (1)
Aleaciones de metal para sembrar el odio entre los hombres.
En 2002 la Boeing (EE.UU.) vendió armas por 20 mil 500 millones en dólares, la Lockheed Martin (idem*) 18 mil 900 millones, la Northrop Grumman (*) 17 mil 800 milllnes, la Raytheon(*) 15 mil300 millones, la BAE (Reino Unido) otros 14 mil millones. Hace tres años cada segundo se gastó 35.120 euros en armamento equivalente a 3.034 millones/día, 1.107.550 millones/año. (2). Desde 1998 el consumo de armas aumento 50%. Según Unicef las necesidades de todas las personas en la Tierra se podrían satisfacer con el 10% del gasto militar.
HOMBRE 1:_ ¡Basta! (con desesperación) Lo siento a usted hasta en los huesos, su silencio me grita en la oreja… Podrá cocerse la boca, podrá cortarse la lengua pero eso no le impediría que exista.
HOMBRE 2:_ Se levanta y se sienta en el suelo, apoyando la espalda a la silla, sin darle el frente a 1
HOMBRE 1: Es inútil que se esconda. Esta en todas partes, en mi cuerpo…, en mi ropa, en mi cama, en cada sonido manchado que escucho.
HOMBRE 2:_ ¿Me tiene miedo? con sarcasmo (3)
Bastaría con el 25% del gasto anual en armamentos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y el Japón para erradicar la pobreza del mundo.
(1)- Calle 13- La bala.
(2)- El Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Stockholm International Peace Research Institute, SIPRI)
(3)- El grito en el Silencio- Fernando Martinez.
La obra que se estrenará mañana en el Teatro Vera se presento en un pre-estreno el 11 de junio pasado en la ciudad de Esquina, y con gran concurrencia y repercusión del público. La obra, no es nueva ni es el original que había escrito su autor Fernando Martínez cuando en el 2001 regresó a su ciudad natal, Esquina, luego de estudiar y vivir por años en Buenos Aires.
Y no es la misma porque "El grito del silencio", diez años después, demandó un año de trabajo por parte del grupo Ambaí para ser finalmente puesta en escena en esta Capital.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Fernando Martínez como el creador y actor, José María Gómez Samela como director y también actor y Montse Zanini como encargada de la producción e iluminación, brindaron detalles de lo que será el tan esperado estreno de mañana.
Con 12 años de trayectoria teatral en Corrientes, será la primera vez que Ambaí estrene una obra en el Teatro Vera, por esa misma razón las expectativas son muchas, sobre todo en lo que se refiere a la respuesta de la gente y lo que el público tenga para decir al finalizar la obra.
"El grito del silencio nació una noche hace como diez años en Esquina, cuando recién había regresado de Buenos Aires, y donde me había encontrado con que la actividad teatral estaba muy lejos de lo que yo había aprendido y visto hasta ese momento. La escribí durante una nota y cinco horas después tenía esta obra", comenta Martínez para posicionar el punto de partida de cómo se gestó la obra. "Fue como una catarsis, volqué todo lo que me estaba pasando, lo que sentía, las miserias, los sueños, las frustraciones, los valores que me habían impuesto desde chico la familia y la sociedad y lo que me pasaba a mí con todo eso".
Esta historia quedó guardada durante cinco años, hasta que hace unos cinco años durante la Fiesta Provincial del Teatro que se realizó en Goya, Martínez vio actuar y conoció a José María Gómez Samela, "lo miré a él y vi al personaje de mi obra", cuenta.
Si bien trabajaron juntos en varias propuestas, transcurrieron otros cinco años hasta que se decidieran a ponerla en escena, y ese trabajo demandó otro año más. "Fue todo un proceso de trabajo, de buscar y encontrar a los personajes, una búsqueda de la estética adecuada, de cómo contar la historia. Ambaí siempre trata de no encasillarse, siempre se trata de jugar, de sorprender, provocar, renovar las estéticas y sobre todo nunca repetirnos", señaló Montse Zanini.
Mientras que Gómez Samela resaltó que "El grito del silencio" es un mix de estilos, trabajamos primero con máscaras, luego con objetos, luego incorporamos el teatro del absurdo, la tragedia griega, el teatro psicológico existencialista ruso, inclusive se sumó una estética cinematográfica, un mensaje ideológico. Con todo esto se creó un gran mix que no hay dudas que movilizará los sentidos del público".
Si a ello se suma todo el trabajo de producción con un equipo inmenso de gente, con una música que fue especialmente compuesta para la obra por Moro García, al igual que el vestuario que es original y diseñado por alumnas de la carrera de diseño de indumentaria, "El grito del silencio", es un gran trabajo teatral que vale la pena disfrutarlo en el Vera.
Fuentes: http://www.diarioellibertador.com.ar/loc-i.htm
http://www.teatrovera.gov.ar/
Síntesis: El Grito del Silencio, es una propuesta que nos lleva a escenarios oníricos donde el espectador se enfrenta, a través de la poética del absurdo que transita la obra, con las miserias del ser humano, sus sueños, frustraciones, los valores impuestos por la familia y la sociedad, en un lugar poco común, su propio interior.
El elenco esta compuesto por los actores: Fernando Martínez y José María Gómez Samela. La Dirección: José María Gómez Samela. Puesta en Escena: Grupo Ambaí. Técnica de iluminación: Montse Zanini. Técnico de sonido y edición: Danilo Zuliani. Música original: “Moro” García Pérez. Voces en off: Mariana Akiko Méndez y José María Gómez Samela. Vestuario: Mariana Acevedo, Silvina Maidana y Flavia Trangoni. Maquillaje: Ricardo Moriena. Diseño Gráfico y Fotografía: Pablo Gómez Samela, Santiago Repetto y Belén Cáceres Forastier. Producción General: Alberto Reyes Frugoni, Montse Zanini y Gustavo Ojeda.
Agradecimientos: Dirección de Cultura Municipalidad de Esquina, Radio Club Corrientes, Casa Azul (Gustavo Ojeda), Taller Creativo Ojo al Piojo, Grupo Ambaí, Familiares, amigos, novios/as.
Teatro del absurdo
Teatro del absurdo, se caracteriza por tramas que carecen de significado, diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera onírica. El teatro del absurdo tiene fuertes rasgos existencialistas y cuestiona la sociedad y al hombre. Lo hace a través del humor y la incoherencia, el disparate y lo ilógico, que son rasgos muy representativos de estas obras.
Un poco de historia del Grupo…
Ambaí, es un grupo de investigación teatral que nació el 25 de mayo de 1999 en la ciudad de Corrientes. En su corta vida y como una manera de clasificar un proceso histórico de evolución, el grupo atravesó tres períodos: teatro incipiente (1999-2001), teatro de interpretación a la dramaturgia del actor (2002-2005) y el paso del actor creador al teatro colaborativo (2006-2011). Este tiempo permitió decantar en la actualidad instancias colaborativas de trabajo, llegando así a definir el trabajo propio como “Teatro Colaborativo, Total y Humano”. En los procesos de trabajo, se cruzan diversos lenguajes artísticos y temáticos en pos de la construcción teatral y de una poética propia. Cabe aclararse que el grupo ha participado en películas, cortometrajes, programas de TV, de radio, radioteatro, publicidad, eventos sociales y comerciales, Happenings y performances. Las obras de teatro que realizaron son: El Nuevo Mundo (1999); El poder de la inocencia (2001); Acuerdo para cambiar de casa (2002); Pequeño Pacto Diabólico (2002); Ambonio Salvaje (2003); El-Ella (2003); Óbito, (2004/05/06); La Incomunicación lleva a la soledad en espacio vacío (2006); En Proceso sin puntos ni comillas (2006/07); Entropía (2007/08); Proyecto Caracol (2008); El Género en Convergencia…¿Qué es ser normal? (2008), “Mateo…sigue el Cambalache” (2009); “Dos pies en dos pies” (2009/10), “Teatros Abiertos” (2010), “A la Medra Ubú Rey” (2010). En el año en curso se están preparando dos producciones a estrenarse en la segunda mitad del año y presentaciones en diferentes movidas y eventos culturales.
El grupo ha recibido distinciones en actuación, dirección, obras y reconocimientos a nivel municipal, provincial, regional y nacional, representando a la provincia en diversos festivales.
Actualmente, el grupo dicta talleres de teatro para chicos, adolescentes y adultos en el Centro Creativo Ojo al Piojo y mantiene un espacio de creación e investigación teatral en el Espacio Comunidad Cultural del Guarai.
Para más Información o consultas al correo: grupoambai@hotmail.com .
El nombre del grupo, fue elegido por los integrantes, porque Ambaí es un milenario árbol de la cultura guaraní que simboliza la amistad entre los pueblos.